y que yo me la llevamp;eacute; al ramp;iacute;o
creyendo que era mozuela,
pero tenamp;iacute;a marido.
fue la nociago
y casi por compromiso.
se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
en las amp;uacute;ltimas esquinas
toquamp;eacute; sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos..
el almidamp;oacute;n de su enagua
me sonaba en el oamp;iacute;do,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
sin luz de plata en sus copas
los amp;aacute;rboles han crecido,
y un e de perros
ladra muy lejos del ramp;iacute;o.
pasadas la zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
yo me quitamp;eacute; la corbata.
ella se quitamp;oacute; el vestido.
yo el cinturamp;oacute;n de revamp;oacute;lver.
ella sus cuatro corpiamp;ntilde;os.
ni nardos ni caracolas