lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mamp;iacute;.
zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmamp;iacute;n.
?ay antoamp;ntilde;ito el camborio,
digno de una emperatriz!
acuamp;eacute;rate de la virgen
porque te vas a morir.
?ay federico garcamp;iacute;a,
llama a la guardia civil!
ya mi talle se ha quebrado
como caamp;ntilde;a de maamp;iacute;z.
tres golpes de sangre tuvo
y se muriamp;oacute; de perfil.
viva moneda que nunca
se volveramp;aacute; a repetir.
un amp;aacute;ngel marchoso pone
su cabeza en un cojamp;iacute;n.
otros de rubor cansado,
encendieron un candil.
y cuando los cuatro primos
llegan a benamejamp;iacute;,
voces de muerte cesaron
cerca del guadalquivir.