su luna de pergamino
preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
el silencio sin estrellas,
e,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
en los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
y los gitanos del agua
levantan por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde.
su luna de pergamino
preciosa tocando viene.
al verla se ado
el viento que nunca duerme.
san cristobalamp;oacute;n desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira a la niamp;ntilde;a tocando
una dulce gaita ausente.
niamp;ntilde;a, deja que levante
tu vestido para verte.
abre en mi dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.
preciosa tira el pandero